Castello di Adrano

Construido en el siglo XI por el conde Ruggero, es uno de los símbolos de la ciudad. Lo que llama la atención es el estilo islámico del edificio, que se percibe en la entrada principal y en el interior. Se eleva 33 metros de largo para 4 plantas, las paredes tienen un grosor de 2,3-2,6 metros. El castillo fue abandonado tras el terremoto de 1600 que destruyó sus interiores. A lo largo de los siglos, se ha transformado habiendo asumido varios papeles como residencia de familias nobles, como sede de una prisión desde 1958 hasta hoy y Museo.